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La libertad de expresión como elemento clave para la agenda del desarrollo

Gobiernos eficientes y efectivos, educación de calidad, política públicas avanzadas, combate a la corrupción, todos elementos centrales para sociedades más desarrolladas, sencillamente no son posibles sin libertad de expresión…

Guilherme Canela*/ Regional, julio 2014

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 ¿Qué es desarrollo? Una pregunta que seguramente cuenta con un número expresivo de respuestas posibles. No por otra razón, Wolfgan Sachs y sus colegas han organizado un diccionario con el objetivo de aclarar los múltiples conceptos de desarrollo.

Resulta innecesario decir que la relevancia de la libertad de expresión para la agenda del desarrollo es una tarea que depende de la definición de desarrollo.

Sin embargo, si para nosotros, como es el caso de Naciones Unidas, una sociedad desarrollada es aquella que entre otras características: a) puede ser llamada de democrática (libertades garantizadas, elecciones justas y libres, gobiernos que rinden cuentas, entre otros elementos)  y b) promueve y protege los derechos humanos, entonces es evidente que la libertad de expresión y de prensa tienen un rol central en propulsar sociedades más desarrolladas.

El derecho a la libertad de expresión en su triple reto de asegurar la búsqueda, recepción y transmisión de informaciones, ideas y opiniones por cualquier medio y plataformas; ofreció y ofrece a todos y todas un conjunto de herramientas que son centrales para los procesos de desarrollo: producción y distribución de información, producción y distribución de conocimiento, participación en la construcción de las políticas públicas, monitoreo de los gobiernos a través de mecanismos de rendición de cuentas, protección de otros derechos, entre otros.

Gobiernos eficientes y efectivos, educación de calidad, políticas públicas avanzadas, combate a la corrupción, todos elementos centrales para sociedades más desarrolladas, sencillamente no son posibles sin libertad de expresión. Un conjunto amplio de pensadores, de ayer y de hoy, Thomas Jefferson en sus análisis sobre la formación inicial del gobierno de Estados Unidos, Alexis de Tocqueville en su Democracia en las Américas, John Stuart Mill en sus análisis generales sobre las libertades, Joseph Stiglitz, Amartya Sen y Robert Putnam en sus numerosos estudios sobre procesos de desarrollo han sido muy claros: no hay democracia ni desarrollo sin libertad de prensa y sin libertad de expresión.

Los medios de comunicación en general, y el periodismo en particular, ejercen funciones que son fundamentales para propulsar el desarrollo. Entre ellas, idealmente: a) informan con contexto; b) contribuyen para agendar los temas centrales de la esfera pública de discusiones; c) son perros-guardianes de los gobiernos (y otros actores del proceso de desarrollo) y por lo tanto son piezas clave en el rompe cabezas de la rendición de cuentas.

Ante esta situación, el  Grupo de Alto Nivel, nombrado por el Secretario General de Naciones Unidas para debatir la agenda post-2015, hizo hincapié en la relevancia de la Libertad de Expresión para la nueva agenda del desarrollo:

“El estado de derecho, la libertad de expresión y de los medios de comunicación, las opciones políticas abiertas y la participación activa de los ciudadanos, el acceso a la justicia y los gobiernos e instituciones públicas no discriminatorias y responsables ayudan a impulsar el desarrollo y tienen su propio valor intrínseco. Suponen tanto medios para lograr un fin como un fin en sí mismos”.

En el Informe sobre Desarrollo Humano de 2013, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo va en la misma dirección, subrayando la importancia de la libre expresión en la construcción de las políticas públicas.

“A menos que las personas puedan participar de manera significativa en los eventos y procesos que dan forma a sus vidas, los caminos del desarrollo humano nacional no serán deseables ni sostenibles. Las personas deben poder influir en la formulación de políticas y sus resultados, y los jóvenes en particular deben ser capaces de aspirar a mayores oportunidades económicas y de responsabilidad y participación política”. [Y para eso la libre expresión es Central]

En su mensaje conjunta para el Día Mundial de Libertad de Prensa de este año, el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon y la Directora General de UNESCO, Irina Bokova, recuerdan la importancia de los medios de comunicación para alcanzar estos objetivos:

“El Día Mundial de la Libertad de Prensa sirve para poner de relieve la importancia que tienen unos medios de comunicación independientes, libres y pluralistas para la protección y la promoción de dichos derechos”.

La sociedad civil global está atenta a este proceso. Más de 190 organizaciones firmaron un comunicado conjunto destacando la importancia de incluir estos temas en la discusión de la agenda del desarrollo post 2015.

Es importante notar que no estamos hablando de cualquier libertad de expresión. Estamos hablando de aquella en línea con los estándares internacionales. Eso es contar con medios libres, plurales e independientes, órganos reguladores autónomos para la aplicación de las leyes que regulan las comunicaciones, una política efectiva de seguridad de periodistas, pleno funcionamiento del Estado Democrático de Derecho,  una sociedad civil vigorosa e independiente del poder económico y del poder político, es tener medios públicos, comunitarios y comerciales, es tener buenas leyes de acceso a la información pública, es tener el derecho de manifestación y participación garantizados, gobiernos abiertos y que rinden cuentas.

En este sentido, incluir la libertad de expresión en los objetivos de desarrollo post-2015 también requiere discutir los mecanismos para monitorear los avances en esta área. Entre ellos están, por ejemplo, los Indicadores de Desarrollo Mediático y los Indicadores de Seguridad de Periodistas, ambos de UNESCO.

El punto central, sin embargo, es subrayar que para alcanzar sociedades más desarrolladas es necesario tener sociedades con mayor libertad de expresión y, por lo tanto, en la discusión de la agenda post-2015 es fundamental abrir los espacios para que este tema sea considerado en toda su complejidad. Los nuevos debates sobre libertad de expresión y el futuro de Internet y las discusiones sobre la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información ofrecen más argumentos para aquellos que, como UNESCO, resaltan la relevancia de considerar la agenda de la libertad de expresión como variable sine qua non en la ecuación post-2015.

*Guilherme Canela, Consejero de Comunicación e Información de la UNESCO para el Mercosur y Chile

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