Algunos principios de la regulación de radiodifusión podrían ser considerados para la protección de discursos nocivos en Internet, de acuerdo con el documento “Abordaje del contenido nocivo en línea” del regulador de telecomunicaciones del Reino Unido, OFCOM.
OFCOM reconoce seis principios para trasladar de la regulación de medios lineales de radio y TV hacia Internet:
- La protección y garantías contra contenido nocivo y conducta dañina;
- Defensa a la libertad de expresión;
- Adaptabilidad para permitir cambios en el comportamiento y expectativas de los usuarios así como la innovación de la industria para que defina cómo puede protegerlos mejor;
- Transparencia en términos de cómo los servicios son regulados pero también sobre las reglas que soportan el régimen regulatorio;
- Reglas de cumplimiento estableciendo sanciones proporcionadas y significativas;
- Proceso de toma de decisiones independientes que otorgan credibilidad y confianza pública.
El regulador del Reino Unido explica que, a la hora de aplicar la regulación de contenidos para radio y TV, los criterios que toma en cuenta son los factores contextuales – -la naturaleza del programa, el contenido editorial, las expectativas de la audiencia, el horario de emisión y el grado de daño u ofensa que puede causar-; la transparencia y la posibilidad efectiva de su cumplimiento; y, en el caso de las noticias, la “debida imparcialidad” y la exactitud de la información.
OFCOM advierte que las plataformas de Internet actualmente carecen de regulación específica aludiendo, en particular, a las plataformas de intercambio de contenidos (por ej, Youtube); las redes sociales (Facebook y Twitter); los buscadores (Google o Bing); los servicios en línea como los de mensajería; y la publicidad política en línea.
Entre los principales desafíos para la regulación de contenidos en Internet, OFCOM reconoce un problema de escala (el volumen de contenidos en las plataformas es mucho mayor que el disponible en la radio o la TV); de variedad de tipos de contenidos, voces y opiniones (también mayor que en la radiodifusión tradicional); el rol de las plataformas en la creación del contenido (aunque no estén directamente involucrados en la creación, determinan qué ven los usuarios); la variedad del servicio y la innovación; la naturaleza multinacional de los operadores de plataformas y la consecuente dificultad para el cumplimiento de las reglas nacionales.
“El régimen regulatorio que cubre a los contenidos en línea ha evolucionado en los años recientes, pero todavía hay disparidades significativas sobre si y cómo el contenido en línea es regulado. Los límites entre la radiodifusión y el mundo online se están redibujando, con implicancias para que el público entienda qué nivel de protección se aplica cuando utiliza los servicios en línea”, explica el informe. “Aún cuando el contenido es el mismo, puede estar sujeto a distintas reglas -o a ninguna- dependiendo del servicio a través del cual es consumido”, afirma.
El documento del regulador se plantea como insumo para contribuir al debate del Parlamento del Reino Unido que trabaja en iniciativas para regular Internet.
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