Las medidas para combatir la diseminación de desinformación en línea deben respetar el derecho a la libertad de expresión, opinión e información, el derecho a la privacidad, la protección de datos personales y el derecho a la no discriminación, afirman un conjunto de organizaciones sociales internacionales.
Las recomendaciones fueron elaboradas conjuntamente entre Access Now, Civil Liberties Union for Europe y EDRi y surgen como resultado del análisis sobre el Reporte el Grupo de Expertos de Alto Nivel – HLEG (por sus siglas en inglés) sobre Fake News y Desinformación en línea.
El Grupo de Alto Nivel -conformado por representantes de la comunidad académica, periodistas y plataformas como Google y Facebook- había recomendado en su informe abordar el tema de la desinformación desde una aproximación multidimensional, basada en la autorregulación y de forma que involucre a múltiples actores con el fin de elaborar un Código de Prácticas.
En el documento, las organizaciones instan a la Comisión Europea a evaluar el mapa de medios y propiedad antes de adoptar el Plan de Acción sobre la desinformación en línea.
Además del respeto a los derechos humanos, las organizaciones consideraronque las medidas que se adopten frente a la desinformación en líneadeben seguir otros criterios como:
- Estar sujetas a una continua evaluación e investigación independiente;
- Basarse en evidencia y criterios adecuados de comparación;
- Abordar el modelo de negocio de la manipulación en línea a través de las leyes de protección de datos, privacidad y competencia;
- Garantizar que los programas de alfabetización mediática se implementen a nivel nacional, que sean parte de la curricula nacional de educación, así como también que apunte a la población adulta (especialmente a los mayores), y que examine el rol y responsabilidades en la radiodifusión de servicio público.
Por el contrario, desde la perspectiva de las organizaciones, cualquier intento de acción en materia de desinformación en línea debería evitar:
- Crear mecanismos institucionalizados de chequeo de datos que puedan reforzar o llevar a un conflicto de intereses, abuso de poder o sesgo;
- Conducir a la manipulación del electorado o silenciar a las voces minoritarias;
- Limitar la anonimidad en línea;
- Delegar la responsabilidad a medios automáticos, inteligencia artificial o tecnologías emergentes similares sin que se garantice que el diseño y desarrollo de esas tecnologías sean “individuocénticas” y respeten los derechos humanos.
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