En los próximos días, el Departamento de Justicia de Estados Unidos informaría a los Fiscales Generales del Estado sobre sus inminentes planes de presentar una demanda antimonopolio contra Google, según coinciden varios de los medios norteamericanos más prestigiosos.
Para The Washington Post, de esta manera se pondrá en marcha un histórico enfrentamiento legal entre el gobierno de Estados Unidos y el gigante de las búsquedas y la publicidad en línea, como cierre de una exhaustiva y extensa investigación sobre la compañía, debido a una creciente presencia corporativa que daña a rivales y consumidores.
El Departamento de Justicia norteamericano abrió un caso sobre Google el año pasado, en una investigación que en principio parecía centrada en el negocio de la publicidad, pero que luego abarcó su huella dominante en las búsquedas en línea.
La actual investigación se inició en junio de 2019 y se dividió en dos aristas esenciales. Por un lado se estudió el dominio de Google en las búsquedas en línea, que llegan aproximadamente al 90% a través de la propiedad de Android y el acuerdo de preinstalación en los dispositivos móviles iPhone. Por el otro, se documentó su predominio en diversos aspectos del ecosistema publicitario digital, en el cual se queda con alrededor de la tercera parte de cada dólar invertido.
Según The New York Times, gran parte de los juristas se mostraron contrarios a los plazos establecidos por William Barr, Fiscal General de EEUU, por entender que es necesario más tiempo para dar mayor solidez al caso y también para definir su alcance.
De acuerdo a fuentes consultadas por dicho medio, el apresuramiento estaría condicionado por la intención del presidente norteamericano, Donald Trump, de utilizar este procedimiento como un argumento de campaña presidencial, como parte de su discurso sobre el presunto sesgo anticonservador de las principales plataformas.
Aún cuando existe cierto consenso entre republicanos y demócratas sobre la necesidad de intervenir sobre los grandes actores tecnológicos, los dos partidos están lejos de compartir visiones en cuanto a qué hacer respecto de esta situación. También disienten en cuanto a los principales conflictos: los republicanos están más preocupados por el efecto en el discurso público, mientras que los demócratas consideran que las principales preocupaciones están relacionadas con la desinformación y la falta de competencia.