El documento analiza el fenómeno de la desinformación a nivel nacional, profundiza sobre las diversas definiciones que existen sobre la problemática y releva la legislación vigente y los proyectos de ley presentados sobre la materia, así como experiencias internacionales para combatirlo
El martes 29 de agosto se divulgó el primer informe de la Comisión contra la Desinformación de Chile, que profundiza sobre las diversas definiciones sobre desinformación y, a su vez, analiza la legislación vigente y los proyectos de ley presentados sobre la materia en el país. Asimismo, indaga en el estado actual del fenómeno global de la desinformación y sus repercusiones, comparando las experiencias internacionales para combatirlo.
Recordamos que esta comisión, integrada por representantes de la academia y la sociedad civil, fue convocada por el gobierno para asesorarse en términos del impacto de la desinformación en la democracia y comenzó con su trabajo en el mes de julio.
El informe asevera que la desinformación afecta a la sociedad en la toma de decisiones informadas como “la salud, los desastres naturales, el medioambiente, las relaciones internacionales, la economía o la política”. Ante esto, se destaca que es relevante comprender cómo se comporta el fenómeno localmente, para diseñar soluciones adecuadas que atiendan la problemática, protegiendo la libertad de expresión.
Se sostiene que el problema de la desinformación debe ser abordado de manera integral con la colaboración de diferentes partes interesadas. “Todas las estrategias para fortalecer la integridad informacional deben estar basadas en los derechos humanos, sin descuidar las diferentes dimensiones en las que la desinformación puede impactar a individuos, a las sociedades y a las democracias”, agrega.
Dentro del informe, se destaca que los ciudadanos chilenos cada vez consumen más noticias a través de las plataformas digitales de contenido o servicios de mensajería instantánea. Al mismo tiempo que “la información falsa se difunde más rápidamente y llega a más usuarios en Chile que la verdadera en Twitter y Facebook” y, asimismo, “un uso más intensivo de redes redunda en una menor credibilidad y pareciera hacer a los usuarios más escépticos ante el contenido que encuentran”.
La ministra del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile (MinCiencia), Aisén Etcheverry, sostuvo que el fenómeno de la desinformación es algo que todos los países están combatiendo y que se debería enfrentar “con conocimiento y ojalá, con visiones alineadas. Esperamos que este sea el punto de partida de muchas discusiones”.
Por su parte, Pedro Anguita, abogado de la Facultad de Comunicación de la Universidad de los Andes e integrante de la Comisión, sostuvo que el informe es fruto de un trabajo con “debates fundados, observaciones y oposiciones constructivas y donde se actuó mayoritariamente bajo amplio consenso”.
Cabe destacar que el gobierno manifestó que en los próximos días se convocará a instancias públicas de discusión para debatir y enriquecer los aportes ya brindados. En ese sentido, la ministra de la Secretaría General del Gobierno de Chile (Segegob), Camila Vallejo, sostuvo que se espera que el informe “sea revisado, analizado y conversado en todos los sectores políticos, académicos y de la sociedad civil. Esto nos dará una gran oportunidad para hacer un debate serio y necesario sobre el problema que enfrentamos con el fenómeno global de la desinformación”, aseguró.
La Comisión seguirá trabajando en un segundo informe, que estará compuesto por orientaciones, lineamientos y recomendaciones respecto de la formulación de políticas públicas para enfrentar el problema de la desinformación.
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