La preocupación por el efecto negativo de la concentración de la propiedad para la libertad de expresión fue uno de los ejes centrales de las actividades realizadas por UNESCO en América Latina en el marco de las celebraciones por el Día Mundial de la Libertad de Prensa.
«Las políticas de los Estados no están fomentando una mayor diversidad y lo que está sucediendo es que no sólo los medios se están convirtiendo en grandes conglomerados, muy asociados y alineados ideológicamente, sino que está creciendo lo que se llama ‘propiedad cruzada'», dijo a Notimex Andrés Pascoe, de la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe en el seminario «Posverdad y Derechos Humanos: nuevos desafíos de la prensa», organizado en Santiago de Chile por UNESCO, la Universidad de Chile y el Colegio de Periodistas.
Pascoe enfatizó en la importancia de una regulación más rígida, que no debe confundirse como restricción a la libertad de prensa. «Una regulación bien hecha defiende la libertad de prensa y protege a la prensa independiente, a los periodistas, tanto en sus condiciones de trabajo como de seguridad e independencia frente a las demandas de los directivos de los medios», aseguró.
En Perú, UNESCO realizó un seminario titulado «Nuevas Amenazas a la Libertad de Expresión”, en conjunto con la Universidad Jaime Bausate y Meza, y la Asociación Nacional de Periodistas. Allí, según reseñó el diario La República, el investigador argentino Martín Becerra señaló que «la libertad de expresión se puede ver afectada sin la intervención del Estado. Cuando existe un oligopolio o un monopolio, se establecen medios encaminados a impedir la libre circulación de ideas y opiniones». En este sentido, explicó que «el Estado tiene que equilibrar esas asimetrías, por ejemplo, poniendo límites a la concentración de la propiedad para que el ejercicio de la libertad de expresión pueda ampliarse».
La problemática de la concentración de medios también fue abordada en Paraguay, con el lanzamiento de la publicación “Concentración de Medios y Libertad de Expresión: Normas Globales y Consecuencias para las Américas”, elaborada por Toby Mendel, Ángel García Castillejo y el Director Ejecutivo de OBSERVACOM, Gustavo Gómez.
El documento señala que “la protección de los derechos de quienes hablan y de quienes escuchan representa una mirada alternativa frente a quienes sostienen que los límites a la propiedad de los medios son simplemente restricciones a la libertad de expresión. En cambio, al fomentar la inclusión de una pluralidad de voces en la esfera pública, estos límites amplían el derecho de las audiencias a recibir una diversidad de información e ideas, un elemento esencial para el pleno ejercicio de la ciudadanía, la participación política, una sólida expresión cultural y muchos otros valores importantes para la sociedad. Así, lo que a primera vista podría aparecer como una limitación de los derechos de expresión de los hablantes, también es una forma de proteger los derechos a la libertad de expresión de los oyentes”.
Entre las principales recomendaciones del Informe, se destaca la necesidad de contar con normas de transparencia para que los medios informen sobre sus estructuras de propiedad y que los Estados adopten “normas sustantivas para limitar la concentración indebida de la propiedad”, incluyendo límites a la propiedad cruzada, que deben aplicarse tanto a radio, TV abierta (nacionales, locales y regionales) y TV paga (por distintas tecnologías).
UNESCO también puso énfasis en cómo las “noticias falsas” afectan a la calidad del periodismo. “Los productores de noticias enfrentan diversos desafíos. Noticias en profundidad y chequeadas están siendo tapadas por los contenidos de medios compartidos que, frecuentemente, están muy distantes de estos estándares”, señaló la Directora General de UNESCO, Irina Bokova, en una misiva oficial.
“En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, recordemos que el periodismo basado en los hechos es la luz que ilumina el camino hacia un futuro donde comunidades informadas pueden trabajar juntas, conscientes de sus responsabilidades mutuas y del mundo en que vivimos”, concluyó Bokova.
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