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La concentración en la televisión de paga en México: implicaciones, problemas y nuevos retos

Televisa se coloca en una posición privilegiada para distribuir y comercializar sus canales en otras plataformas y/o empresas de televisión de paga. Esto plantea problemas relacionados con la posibilidad de estimular la entrada de nuevas señales y producción audiovisual independiente…”

Rodrigo Gómez*/ México, octubre 2014

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El subsector de la televisión de paga en México ha crecido de forma espectacular en los últimos nueve años. Los últimos datos que reporta el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), regulador mexicano, es que el 50% de los hogares mexicanos cuentan con alguna plataforma de televisión de paga. El IFT reportó que en 2012 existieron ingresos totales por aproximadamente en  3, 567 millones de dólares.

Una de las principales razones de este crecimiento, en la televisión por cable, es que ofrece servicios de triple play (telefonía, televisión e Internet). En el caso de la Televisión Directa al Hogar (DTH), su crecimiento se explica por ofertas exclusivas de eventos deportivos (principalmente para la empresa de televisión satelital SKY) y porque a diferencia del cable,  la plataforma vía satélite puede llegar a todo el país. La tercera plataforma (relativamente nueva) que participa en este mercado, es la televisión por fibra óptica telefónica.

Este entorno competitivo entre distintas plataformas y sus empresas, generó precios y paquetes atractivos para estratos socioeconómicos medios y bajos,  permitiéndoles acceder a algún servicio de televisión de paga, lo cual amplió de forma significativa la penetración en los hogares mexicanos, al superar el 50% de los telehogares, convirtiéndose en el séptimo mercado latinoamericano en el rubro de penetración- detrás de Colombia, Argentina, Chile, Uruguay, Perú y Venezuela- y segundo por número de abonados, sólo detrás de Brasil.

Sin embargo, durante los últimos siete años, este mercado ha experimentado una tendencia aguda hacia la concentración, principalmente porque las empresas de Grupo Televisa,  SKY, Cablemas, Cablecom, Cablevisión y TVI, concentran al día de hoy, el 63% de los abonados de la televisión de paga (76% en el DTH con SKY y 53% con sus cuatro empresas de cable).  Además, en 2012 logró concentrar alrededor del 48% de los ingresos de la televisión de paga, cifra que seguramente rondará el 60% durante 2014, al incorporarse Cablecom a las empresas de televisión de paga de Televisa.

Ante este escenario de alta concentración por parte de un agente económico en los servicios de televisión de paga, ¿cuáles son las implicaciones para los usuarios-consumidores-audiencias? ¿Qué se espera del IFT ante sus nuevas atribuciones para promover la competencia e imponer límites a la concentración en el servicio de televisión de paga?

En primer lugar,  el que un agente económico capture a  más del 60% de los suscriptores, inhibe la posibilidad de reducir precios; se coloca en una posición de privilegio para aumentar los precios en los mercados (ciudades) en donde no tenga competencia directa; y desincentiva la inversión para mejorar sus redes de operación, por lo que el consumidor-usuario claramente podría ser el más afectado.

En segundo lugar, instala en posición privilegiada los 24 canales de paga de Televisa frente a sus competidores directos, al garantizarles continuidad e incrementar la base potencial de sus audiencias, gracias a la concentración horizontal y vertical. Por ejemplo, es muy difícil que las distintas empresas de televisión de paga de Televisa incluyan nuevos canales que les representen una competencia directa, como el canal deportivo Claro Sports, o (como ya sucedió) den de baja canales como los de la Productora y Comercializadora de Televisión (PCTV).

Asimismo, Televisa se coloca en una posición privilegiada para distribuir y comercializar sus canales en otras plataformas y/o empresas de televisión de paga. Esto no sólo plantea problemas relacionados con la oferta de contenidos similares, sino también con la posibilidad de estimular la entrada de nuevas señales y producción audiovisual independiente. Esta conformación  crea barreras de entrada, a nuevos jugadores nacionales y locales y no ayuda a incrementar y/o pluralizar la oferta de señales informativas internacionales para las audiencias, por razones comerciales (de competencia directa) o de otra índole (ideológica).

Ante esta situación, los retos y obligaciones del IFT son significativas. La recién aprobada reforma constitucional en materia de telecomunicaciones y radiodifusión y la  nueva ley, otorgaron atribuciones al IFT para determinar la existencia de poder sustancial en un mercado relevante, de acuerdo con las facultades previstas en su Estatuto.

Desgraciadamente la redacción de la reforma constitucional y la legislación secundaria, al definir la figura de preponderancia (condición del prestador de servicios de telecomunicaciones o radiodifusión que domina más de la mitad de un mercado en México) por sector y no por servicio, dejó la puerta abierta para no declarar a Televisa –en este caso- agente preponderante en el servicio de la televisión de paga, con toda alevosía y ventaja. Además, el artículo noveno transitorio de la Ley, avaló de facto la adquisición de la empresa Cablecom por parte de Televisa, lo que la consolidó como agente dominante en el mercado de la televisión de paga.

Ante esta situación, el IFT tiene retos significativos, ya que la concentración en el mercado de la televisión de paga contraviene a la constitución  y a la ley, en el sentido de que la estructura concentrada de la televisión de paga está afectando a la competencia y la libre concurrencia, y con ello a las audiencias-consumidores-usuarios.

Para finalizar, es importante anotar que si bien la Ley secundaria limita o complica al IFT en varias de sus atribuciones, el regulador tiene facultades para declarar la existencia de agentes económicos con poder sustancial en los mercados relevantes de telecomunicaciones y radiodifusión. Además podrá, en todo momento, aludir al artículo 6o  de la constitución que a la letra dice: “El estado garantizará el derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e Internet. Para tales efectos, el Estado establecerá condiciones de competencia efectiva en la presentación de dichos servicios”.  Por lo tanto, está en el IFT el  realizar  una investigación sobre el particular, ante la nítida concentración de Televisa en la televisión de paga, no hay pretextos para caminar en esa dirección, incluso con la Ley aprobada.

*Rodrigo Gómez . es profesor investigador titular c en la Universidad Autónoma Metropolitana-Cuajimalpa. Ex Presidente de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación. 

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