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Los mecanismos de co-regulación serían los más idóneos para enfrentar los desafíos de la desinformación en línea en procesos electorales, dice experto británico

UNESCO acaba de publicar “Redes sociales y elecciones”, un nuevo documento de la serie Cuadernos de Discusión de Comunicación e Información, elaborado por el británico Andrew Puddephatt, un reconocido experto en derechos digitales y libertad de expresión al que el organismo internacional invitó a exponer sus propuestas para enfrentar la desinformación durante períodos de elecciones.

Para ello, el experto recomienda la implementación durante períodos electorales de un “sistema híbrido” de regulación (o co-regulacion) entre la autoridad electoral y las empresas de redes sociales, a partir de la elaboración de un código de prácticas elaborado en consulta con las propias compañías, los partidos políticos y el público en general.

“La autoridad electoral podría basarse en la experiencia más amplia de la gobernanza de Internet, que se caracteriza por reunir a instituciones estatales, el sector público y la sociedad civil a partir de modelos de gobernanza de múltiples actores”, señala el documento.

Puddephatt recomienda “centrar la regulación electoral en lograr resultados a partir de la fijación de objetivos para los intermediarios, relativos a lo que se espera de ellos y a la forma de hacerlo con arreglo a los procedimientos”.

En este sentido, indica que la autoridad electoral debería establecer diálogo con las redes sociales, insistir en la adopción de procedimientos para gestionar las decisiones de las empresas sobre los contenidos, y exigir transparencia sobre gastos de campaña en redes sociales.

“Esto crea un modelo regulatorio híbrido por el cual la autoridad electoral determina cuáles son los resultados generales esperados, las empresas son responsables de lograr esos resultados y la agencia luego evalúa y publicita el accionar de las empresas, especificando si han logrado o no alcanzar esos resultados. Dado que muchas autoridades electorales también desempeñan una función educativa durante los períodos no electorales (por ejemplo, de fomento del voto), también podrían estudiar formas de educar a los votantes acerca de los obstáculos y los riesgos de utilizar las redes sociales durante las elecciones”, sostiene el documento de UNESCO.

Puddephatt recomienda, en este sentido, elaborar un código de prácticas que tenga en cuenta los siguientes aspectos:

1. Que las empresas deban informar sobre el proceso de eliminación de contenidos ilegales y las garantías procesales necesarias para garantizar que las decisiones sean tomadas de manera respetuosa de los derechos humanos;

2. Que las empresas deban mostrar de qué manera manejan la publicidad política en sus sitios;

3. Que las empresas deban prohibir la publicidad anónima durante los períodos electorales;

4. Definir medidas en conjunto con las empresas para decidir si es adecuado limitar el alcance de las comunicaciones reenviadas por sistemas de mensajería como WhatsApp.

5. Que las empresas deban rechazar la publicidad paga con fondos provenientes del exterior durante las campañas electorales;

6. Que las empresas deban establecer un procedimiento acelerado de atención de reclamos, que permita que los ciudadanos puedan denunciar las actividades en línea durante el período de desarrollo de la campaña;

7. Que, durante el período de campaña electoral, las empresas deban informar semanalmente sobre las medidas que tomen para reducir la difusión de desinformación e información errónea, y sobre los casos que hubieran detectado;

8. Que las empresas deban informar sobre las medidas que tomen para impedir la creación de identidades falsas y sobre los casos que hubieran detectado durante la campaña electoral;

9. Que las empresas apliquen medidas razonables, en términos comerciales, para implementar sus políticas y procesos. No deberán aceptar pagos ni promocionar cuentas o páginas web que publican información falsa sobre sí mismos de manera sistemática;

10. Que las empresas muestren transparencia acerca del uso de sus plataformas durante las elecciones si surgen denuncias en su contra.

Además, se plantea que las autoridades electorales podrían establecer su propio sistema de Alerta Rápida, como herramienta para alertar sobre campañas de desinformación e informar sobre incidentes graves que puedan amenazar la integridad de la elección general.

Asimismo, Puddephatt recomienda que las autoridades electorales trabajen con académicos, periodistas y grupos de sociedad civil para auditar “el uso que hacen las redes sociales de los algoritmos para seleccionar y resaltar determinadas noticias durante una elección”.

 

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Imagen destacada: «Human Rights and Democracy: The 2014 Foreign & Commonwealth Office Report» by Foreign and Commonwealth Office con licencia CC BY 2.0

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