La red social de origen chino TikTok bloqueó la cuenta de Feroza Aziz, una adolescente musulmana de New Jersey, Estados Unidos, por publicar un video que inició como un tutorial de maquillaje y luego pasó a ser una denuncia sobre las horrorosas condiciones que viven los musulmanes en los campos de detención chinos. Luego que el video se viralizara, la cuenta de Aziz fue bloqueada.
Este caso ilustra la capacidad de violar la libertad de expresión que realizan las grandes plataformas de Internet en su política de moderación de contenidos.
De acuerdo con Eric Han, Jefe del equipo de confianza y seguridad de TikTok en Estados Unidos, la suspensión de la cuenta no tuvo que ver con motivos políticos. “TikTok no modera contenido por sensibilidad política y no lo hizo en este caso”, dijo Han según The Washington Post. Razones similares son esgrimidas por plataformas norteamericanas cuando eliminan contenidos o cuentas de sus usuarios referidos a asuntos de evidente interés público.
En cambio, la empresa -que pertenece a la compañía tecnológica china ByteDance- aseguró que la cuenta actual de Aziz se vio afectada porque para publicar, la adolescente utilizó un teléfono que estaba vinculado a otra cuenta suya que, previamente, había sido bloqueada. En aquel caso, había sido por publicar un video que refería a Osama bin Laden, lo que violaba las reglas en contra la promoción de contenido terrorista de la red social. “Como musulmanes, somos ridiculizados cada día, entonces decidí hacer un chiste en base al racismo que enfrentamos diariamente”, dijo Aziz.
Aquí, la censura privada se agudiza doblemente porque TikTok no solo bloquea cuentas sino también los dispositivos asociados a cada cuenta. Por eso, según la compañía, la última cuenta bloqueada (donde denunció las condiciones de los campos de detención en China) en realidad lo fue por el uso del dispositivo y no por el contenido. Podía seguir siendo utilizada en otros dispositivos, de acuerdo con la empresa.
TikTok aseguró que las decisiones sobre moderación de contenidos de usuarios en Estados Unidas se realiza en forma independiente del gobierno de China. Sin embargo, viejos empleados de la empresa dijeron a The Washington Post lo contrario, que tenían instrucciones de seguir las guías establecidas por moderadores chinos y remover contenido social o político en cualquier otro lado de la web.
La dinámica de funcionamiento en Estados Unidos también fue ratificada en el caso de Alemania. A partir de entrevistas con ex empleados de TikTok en ese país, la organización netzpolitik.org reportó que el proceso de revisión de videos se lleva a cabo en tres locaciones y etapas: Barcelona (videos de 50 a 150 visualizaciones), Berlin (videos de 8 mil a 15 mil visualizaciones) y Beijing (videos de 20 mil visualizaciones). Es decir, en esta última se toman las decisiones sobre la circulación de los videos más virales.
La organización sostiene que los ex empleados de la compañía aseguran mientras que a ciertos contenidos se les brinda el máximo alcance posible, otros son sistemáticamente suprimidos, tal es el caso los contenidos relativos a movilizaciones políticas y manifestaciones son sistemáticamente bloqueados.
Además explican que las reglas de la plataforma dividen los contenidos en cuatro categorías: los videos que violan las condiciones de la red social son borrados; otros se marcan como “visibles para uno mismo”, es decir, el video está disponible solo para quien lo publicó pero no es visible para otros; la tercera opción es marcar un video como “no recomendado”, por lo que el video no aparecerá más en el feed de noticias. Por último, hay videos marcados que no será posible encontrar a través de hashtags en las búsquedas.
La organización netzpolitik señala que las reglas de moderación a las que tienen acceso sus usuarios son muy breves, presentadas en unas pocas páginas, y muy vagas, lo que deja mucho espacio para una amplia interpretación.
ENLACES RELACIONADOS:
Imagen destacada: «Tik-tok-HEAD» por The Daring Librarian con licencia CC BY-NC-SA 2.0