Televisa anunció la fusión de su negocio de medios, producción y contenidos con Univisión para crear “la mayor compañía de medios de habla hispana en el mundo: Televisa-Univisión”, que se llamará “La Compañía”.
“El negocio resultante tendrá la mayor librería de contenido en el mundo, un poderoso portafolio de derechos propiedad intelectual y deportes globales, apalancados por la más prolífica infraestructura de producción en idioma español”, señala el comunicado de Televisa.
Televisa será la mayor accionista de la nueva iniciativa y ampliará su participación en Univisión del 36% al 45% (Televisa y Univisión ya eran socias previamente).
La compañía de la familia Azcárraga recibirá de Univisión US$ 4.800 millones, de los cuales 3.000 millones serán en efectivo, 1.500 millones en acciones de Univisión y 300 millones de otras fuentes.
También participarán del capital accionario del nuevo negocio empresas como Softbank, The Raine Group, Google y Forgelight (esta última ya era socia de Televisa junto con Searchlight, Liberty Global en Univisión).
Televisa contribuirá con sus horas de producción (que en 2020 totalizaron 86 mil horas), así como también aportará sus cuatro canales de TV abierta, 27 señales y estaciones de TV paga, su estudio de cine Videocine, el servicio de TV por suscripción bajo demanda (SVOD, por sus siglas en inglés) Blim y la marca Televisa.
A su vez, Univisión pondrá sus activos en Estados Unidos, que incluyen a Univisión y las cadenas de TV abierta UniMás, nueve sistemas de TV por cable de habla hispana, 61 estaciones de TV y 58 estaciones de radio en el mayor mercado hispánico de Estados Unidos y Puerto Rico, así como el servicio de AVOD (servicio bajo demanda financiado por publicidad) PrendeTV.
“La entidad combinada tendrá el contenido, producción, capacidad, propiedad intelectual, alcance global y recursos financieros para perseguir en forma agresiva la oportunidad naciente global del streaming para el mercado de habla hispana. Dicho mercado, que representa alrededor de 600 millones de personas a nivel global, y un producto interno bruto agregado de US$ 7 trillones, está significativamente desatendido desde una perspectiva de streaming en relación a otros grandes mercados. Menos del 10% de la población de habla hispana actualmente usa un producto de video OTT, comparado con el mercado de habla inglesa donde casi el 70% de la población tiene al menos un servicio de streaming”, explica el comunicado de Televisa.
Para avanzar con su estrategia de negocios, las compañías deben contar con el visto bueno de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) y del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) de México, así como de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Como explicó Jorge Bravo, presidente de AMEDI, en su cuenta de Twitter «la de Televisa y Univision no es una fusión, porque siempre han sido socios. Es una nueva empresa de streaming que reunirá contenidos. Es una inyección de capital por 7.9 mil mdd. Por ese monto debe ser revisada por reguladores. No intervienen frecuencias”.
Efectivamente, el acto de concentración no incluye el traspaso de concesiones radioeléctricas de Televisa a la nueva entidad y tampoco pasa por la cesión de infraestructura física a favor de la empresa Televisa-Univisión. En este sentido, de acuerdo a El Economista, no afecta los criterios de regulación asimétrica establecidos por el IFT cuando definió a Televisa como agente económico preponderante en el mercado de radiodifusión.
Como publicamos en OBSERVACOM, recientemente, el IFT abrió una consulta pública para evaluar la efectividad de las medidas de regulación asimétrica impuestas a Televisa. Asimismo, en su Programa Anual de Trabajo anunció que avanzaría con la definición de obligaciones para la compañía en el mercado de TV paga, que serían anunciadas en 2022.
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