De Ministerio de la Verdad a Protectores de la Decencia en Internet: Facebook censurará contenidos de terceros simplemente por hablar de sexo

Facebook introdujo una novedad a sus normas comunitarias. Con el argumento de contrarrestar la explotación sexual, dentro de lo que la empresa considera “contenidos cuestionables” incorporó la “solicitud de servicios sexuales”, con una definición tan amplia y vaga de los contenidos generados por terceros que implicará la censura tanto de contenidos sexuales explícitos como de alusiones implícitas o simplemente conversaciones sobre sexo, dibujos o arte con imágenes sexuales.

Entre las solicitudes sexuales implícitas, Facebook detalla las siguientes: afirmaciones sugerentes tan vagas como “busco pasar un buen rato esta noche”; jerga sexual; insinuaciones sexuales como mencionar roles y posturas sexuales y situaciones de fetichismo; contenido (dibujado a mano, digital o arte real) que pueda representar actividades sexuales explícitas o personas en poses sugerentes.

“Las personas utilizan Facebook para debatir y atraer la atención sobre la violencia y la explotación sexual. Reconocemos la importancia de hacerlo y por lo tanto deseamos permitir este tipo de debates. No obstante, establecemos una línea roja cuando el contenido facilita, fomenta o coordina encuentros sexuales entre adultos. También restringimos el lenguaje sexualmente explícito que pueda conducir a solicitudes sexuales, ya que algunas audiencias de nuestra comunidad global pueden ser sensibles a este tipo de contenido y este puede impedir que las personas se pongan en contacto con sus amigos y otros miembros de la comunidad”, indica la norma de Facebook.

De acuerdo con la organización Electronic Frontier Foundation (EFF), “las nuevas reglas ponen a una porción sustancial de usuarios de Facebook en peligro de violación [de sus políticas]. Fundamentalmente, no es así como las políticas de moderación de plataformas deberían funcionar –con reglas tan amplias, trolls en línea pueden sacar ventaja de los mecanismos de reporte para castigar a grupos que no les gusten”.

“Dado que las reglas se focalizan en interesas y actividades sexuales es fácil imaginar quiénes serán los targets más sencillos: trabajadoras sexuales (incluyendo aquellas que trabajan legalmente), miembros de la comunidad LGBT, y otros que se congregan en línea para debatir temas relativos a sexo. Lo que hace a la política tan peligrosa para esas comunidades es que prohíbe todas las cosas sobre las que ellos se reúnen a discutir en línea”, explica EFF.

La organización sostiene que este tipo de políticas, combinadas con los sistemas de flagging y reporte unidireccionales pueden incentivar abusos, no solo de trolls sino también de actores estatales para censurar a sus enemigos políticos.

En este sentido, distintas organizaciones sociales de derechos digitales vienen reclamando que la plataforma sea respetuosa de los derechos humanos y las expresiones de los usuarios a través de la implementación de mecanismos de remedio y mayor transparencia.

Facebook viene siendo cuestionada por sus políticas comunitarias opacas de moderación de contenidos, al ponerse en el lugar de juez privado para definir sobre la circulación de discursos. En este sentido se pueden mencionar los criterios cuestionables tanto en relación a la desnudez –por lo cuales removieron fotos históricas emblemáticas como la niña del napalm-, así como en la definición de discursos de odio y, más recientemente, fue acusada de su sesgo político y censura a palestinos.

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