La organización TIC A.C primera concesionaria social indígena en telecomunicaciones en México dota a comunidades del servicio de llamadas y mensajes ilimitados, a un costo hasta 98% menor en el mercado. El hecho de que, por primera vez en el mundo, el espectro para telefonía celular sea asignado a concesionarios comunitarios e indígenas implica numerosos desafíos.
Daniela Parra Hinojosa*/México/Septiembre 2016
El viernes 1 de julio de 2016, el Pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) resolvió otorgar las primeras concesiones para uso social indígena, una para el uso y aprovechamiento de bandas de frecuencias del espectro radioeléctrico, y una concesión única para Telecomunicaciones Indígenas Comunitarias, A.C. (TIC A.C.). Esta resolución, histórica en México y en el mundo, permitirá la instalación de una red de telefonía celular comunitaria en los estados de Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Guerrero y Puebla.
El proyecto de Telefonía Celular Comunitaria® se convirtió en una realidad en el 2014, en la comunidad oaxaqueña de Talea de Castro gracias al esfuerzo de la comunidad y las organizaciones Rhizomatica y REDES A.C., quienes desarrollaron un esquema tecnológico, operativo, económico y jurídico no lucrativo que permite a las comunidades rurales adquirir, administrar y operar su red local de telefonía celular a costos muy accesibles.
Bajo este esquema, las comunidades cuentan con llamadas y mensajes locales ilimitados, llamadas de larga distancia a México y el mundo a un costo hasta 98% menor al ofrecido por otras empresas que dotan de servicios de telefonía quienes, en muchas ocasiones, habían rechazado instalarse en dichas comunidades al no serles rentable operativamente. Este modelo también habilita el desarrollo de aplicaciones que respondan a las necesidades de cada localidad y permite que los recursos generados permanezcan en las comunidades para los fines que estas determinen. La tecnología instrumentada por Rhizomatica utiliza el sistema de Osmocom/OpenBSC, un software libre y abierto para su uso y desarrollo.
En mayo de 2014, el IFT otorgó una concesión experimental con vigencia de dos años que permitió la expansión del proyecto a 16 comunidades rurales e indígenas del estado de Oaxaca quienes adquirieron y autogestionaron su propia red de telefonía móvil. Estas comunidades, que hasta entonces habían sido desatendidas y carecían del servicio de telefonía móvil, comenzaron a operar un sistema autogestivo que los ha beneficiado en los ámbitos de salud, educación, seguridad, migración, relaciones interpersonales, identidad, cultura y fortalecimiento del tejido social. Pero sobre todo, ha fortalecido su autonomía y procesos organizativos, pues respeta sus usos y costumbres, sistemas normativos, sistemas de cargos y bienes comunes.
Fue así que estas 16 comunidades decidieron, junto con otras, constituirse bajo la figura legal de TIC A.C., para solicitar el 30 de noviembre de 2015 las concesiones para uso social indígena que fueron otorgadas casi ocho meses después de su presentación.
En el modelo propuesto, TIC A.C. es la responsable, entre otras cosas, de asesorar a la comunidad y coordinar el cumplimiento de las obligaciones de la concesión que habrán de ser evaluadas periódicamente. Por su parte, las comunidades, dueñas y operadoras de la red local, son las encargadas de su buen funcionamiento, así como de la obtención y administración de las cuotas necesarias para su mantenimiento y operación. Por último, los proveedores tanto de Internet como de VoIP, deben ofrecer un servicio de buena calidad y atender con celeridad las fallas que se presenten.
TIC AC presentó ante el IFT el 30 de noviembre de 2015, las correspondientes solicitudes de concesión única y de espectro radioeléctrico, ambas para uso social indígena, las cuales fueron aprobadas por el Pleno del IFT el día viernes 1 de julio de 2016, es decir casi ocho meses después de su presentación.
El otorgamiento de esta concesión es resultado de una estrategia legal que –no sin dificultades y tensiones– permitió el reconocimiento legal de los operadores comunitarios. Para ello, tuvo que identificarse, primero, la disponibilidad de frecuencias y las comunidades capaces de operar el sistema. Posteriormente, se solicitó el uso experimental de la frecuencia para demostrar la viabilidad del sistema y evaluar los aspectos técnicos, operativos, económicos y jurídicos. Finalmente, se pidieron las adecuaciones necesarias para obtener la concesión con base en el derecho de los pueblos indígenas a contar con sus propios medios de comunicación, establecido en el artículo 16 de la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y al amparo del régimen de concesiones de uso social establecido en la nueva Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR).
El hecho de que, por primera vez en el mundo, el espectro para telefonía celular sea asignado de manera directa a concesionarios comunitarios e indígenas implica numerosos desafíos de orden tecnológico, de gestión, organización y capacitación. Muchos de estos han sido evaluados en el tiempo de vida de este proyecto. Sin embargo, la operación en cuatro estados más, requerirá del esfuerzo, tiempo y organización tanto de las comunidades, las organizaciones acompañantes y de las autoridades e instituciones estatales que deberán seguir contribuyendo al desarrollo de estas y otras iniciativas. El IFT jugará también un papel importante para asegurar condiciones operativas adecuadas, pertinentes y razonables en favor de los pueblos indígenas, tal y como lo establece el Artículo 2° Constitucional.
Este es el resultado de una lucha histórica de los pueblos indígenas y comunidades rurales de México por ejercer sus derechos a la comunicación. Como afirma Erick Huerta, con este logro, los pueblos indígenas demuestran que son ellos quienes pueden atender mejor sus necesidades bajo principios que invierten la lógica de la dependencia por la de autonomía sobre sus recursos, en este caso, sobre el espectro radioeléctrico.
* Coordinadora del Área de Difusión de Redes por la Diversidad, Equidad y Sustentabilidad, A.C. (REDES A.C.) y profesora de la ENES-UNAM Campus Morelia.
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