El sector de la TV paga incrementó sus niveles de concentración entre 2000 y 2014, alcanzando el 90% de mercado en promedio entre los cuatro principales operadores de Argentina, Chile, Colombia y México. Estos datos se desprenden de los avances del estudio sobre concentración en el sector de la comunicación y la información en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México, que presentó el investigador argentino y miembro de OBSERVACOM, Guillermo Mastrini, en el Encuentro Internacional: Libertad de Expresión y Concentración Mediática en América Latina, que se realizó en Santiago de Chile.
En Brasil, la TV paga también viene incrementando sus niveles de concentración aunque aún con cifras menores a las de los demás países.
“El sector de TV paga cada vez se torna más clave en materia de afectación a la libertad de expresión porque no solo se juega la generación de contenidos sino la distribución, es decir, la capacidad de decidir qué contenidos verán las audiencias”, indicó Mastrini.
Al igual que la TV paga, la TV abierta también presenta elevados niveles de concentración que rondan en promedio el 80% entre los países estudiados.
Los sectores de telefonía fija, móvil e Internet en América Latina evidencian un promedio de concentración que supera el 90% entre las cuatro principales empresas de cada sector en el período 2000-2014.
“Las mismas empresas dominan los mercados de telefonía fija, móvil y banda ancha y, en algunos países, también la TV paga”, señaló Mastrini en el marco del Encuentro Internacional: Libertad de Expresión y Concentración Mediática en América Latina que tuvo lugar el 5 de octubre en Santiago de Chile, organizado por OBSERVACOM y el Colegio de Periodistas de Chile.
Además señaló que la radio es el sector menos concentrado, con un promedio entre países de entre el 40 y 50%, en tanto la prensa escrita presenta un promedio de concentración del 60%.
El investigador explicó que, en la actualidad, los grupos concentrados reclaman regulación como forma de protección a partir de tres áreas en disputa: “la tensión entre audiovisual y telecomunicaciones, la tensión entre capital nacional y extranjero, y la que remite a carriers vs. OTT”.
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